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jueves, 20 de mayo de 2010

Aprendiendo Hiragana

Para poder practicar la escritura hiragana (que es lo primero que estoy aprendiendo) me compré un cuaderno tamaño cuartilla y, después de buscar el silabario, lo recorté por orden y pegué los kanas en la parte superior de la hoja, dejando unas cuantas para ir escribiendo los kanas y así, ir memorizándolos.

Llevo poco tiempo haciéndolo pero, la verdad, es que estoy orgullosa de haber aprendido a escribir e identificar sin ningún problema las cinco vocales y las dos siguientes líneas de sílabas que son "ka" "ki" "ku" "ke" "ko" y "sa" "shi" "su" "se" "so". No es mucho pero entre eso y que mi primo me mandó un texto en donde podía ir practicando la lectura (aunque todavía no soy capaz de poder leerlo sin problemas).


miércoles, 5 de mayo de 2010

Resfriado primaveral

Bueno, pues el propio título lo dice, llevo tres días que me duele todo el cuerpo. Después de un año entero sin coger nada ni estar enferma, he cogido un buen resfriado.

El lunes y el martes tuve algo de fiebre, pero como tenía la facturación en la empresa, fui a trabajar los dos días, aunque también tengo que decir que me marché antes del trabajo porque ya no podía más.

Cuando volvía a casa, lo único que hice fue ponerme el pijama y meterme en la cama, no me apetecía hacer ninguna otra cosa, además de que el cuerpo tampoco me lo permitiría.

El lunes por la noche, mi hermana Laura preparó una sopa que estaba muy buena, con trocitos de pollo. Después me dijo que había querido hacerla parecida a la de mi abuela pero le contesté que eso es imposible. "Como la sopa de menudillos de la abuela no existe ninguna". Pero eso no quita que la que ella hizo estaba genial.

Ayer, hice lo mismo que el lunes, me metí en la cama porque me dolía tanto la cabeza que el tenerla apoyada en la almohada se me hacía insoportable. Casi no cené nada, excepto un par de naranjas y después a la cama a dormir.

Hoy me he levantado sin fiebre, sin dolor de cabeza pero, eso sí, con una congestión de nariz que ni te lo imaginas, me lloran hasta los ojos. En fin, este es mi resfriado primaveral del año y espero que no se repita un resfriado del mismo calibre.