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lunes, 21 de noviembre de 2016

Mis primeros pasitos

En esta entrada os contaré uno de los platos que hicimos en la Escuela de Hostelería Hofmann. Los que me conocen saben que estoy estudiando cocina en esta escuela; sí, a mi edad me he dado cuenta de que me gusta mucho cocinar y, como no, estoy aprendiendo en una de las mejores escuelas de Barcelona, por no decir la mejor.

El primer día de clase tuvimos mucha teoría, es decir, no entramos en las cocinas porque necesitábamos aprender todas las bases de la cocina de manera que, cuando entráramos a la cocina, pudiéramos aplicar todo lo que había explicado.

El segundo día, primero tuvimos un poco de teoría para repasar lo que nos había explicado el día anterior y, por supuesto, después entramos en la cocina, para practicar, sobre todo, los distintos tipos de corte que, para mi sorpresa, son un montón.

Aprendimos muchos tipos de cortes y estuvimos unas 4 horas cortando distintas verduras para aplicar los diferentes tipos de cortes.


No voy a decir todos los cortes que hay porque la entrada sería demasiado larga pero, como podéis ver en la foto de arriba, os pongo el resultado de todos los que hicimos, aunque la cantidad de verduras que cortamos no se reflejan en el plato, sólo podíamos poner un poquito de cada uno para que el Chef nos evaluara.

El siguiente día practicamos las distintas cocciones de los huevos, aunque parece fácil cocinar un huevo, cada tipo de cocción tiene su tiempo y su truquito. Hicimos huevo duro, huevo pasado por agua y un huevo poche.

También practicamos el torneado de alimentos, que en nuestro caso fueron distintas verduras; esas verduras después se cocieron en agua y, una vez cocidas, se saltearon con un poco de aceite de trufa para montar un plato super chulo y que sabía muy muy bien.


He resumido muchísimo todo lo que aprendí en estos dos días de clase bastante intensos, porque cuando acabas de hacer una cosa inmediatamente empiezas con la siguiente, eso sí, el profe (el Chef) primero nos explica cómo se debe hacer todo para luego nosotros practicarlo bajo su supervisión y corrección en caso de que no lo estemos haciendo bien.


Iré escribiendo entradas con las distintas cosas que voy aprendiendo y las fotos de los resultados que vaya obteniendo, pero no siempre hablaré de comida, aunque si por mí fuera, no pararía de hacerlo, jejeje

lunes, 26 de septiembre de 2016

Wallapop; ¿funciona?

Bueno, he decidido que ya no quiero tener algunas cosillas y, para ver si le saco algo de dinerillo antes de tirarlas o regalarlas, las he publicado en Wallapop. Yo no soy muy aficionada a este tipo de aplicaciones/webs por las molestias de tener que estar atenta y tener que conservarlas hasta que alguien se decida a comprarlas, pero por probar, que no quede.

Pues bien, puse mis juegos de la Nintendo DS porque prácticamente no la uso y he decidido que no voy a conservarla y, cual fue mi sorpresa, que nada más ponerlos, tuve un montón de mensajes de distintas personas diciéndome que estaban interesadas en los juegos. Los vendí todos.


También he puestos otras cosas, como juegos de la ps2 (sí lo sé, una consola ya obsoleta y a no ser que seas coleccionista no tendrás comprador) y estas no se venden tan rápido pero, como tampoco ocupan mucho sitio, pues ahí están puestas hasta que alguien decida comprarlas, y si no las compran, pues ya veré qué hago.

Mi opinión sobre esta aplicación es que, si sabes qué poner y tiene demanda, te lo quitarán de las manos, pero si lo que tienes requiere un público más concreto, al final lo venderás, pero tardarás algo más en hacerlo.

Sé que esta entrada no es de las más interesantes, pero quería compartir con vosotros mi experiencia y, bueno, animaros a que antes de que tiréis algo que tenéis en casa, intentar sacarle algún provecho.

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Mini viaje a la tierra natal

Mi última visita a mi tierra natal, Murcia, fue en Semana Santa y Fiestas de Primavera, donde pasé unas semanas con la familia y, después de muchos años, pude disfrutar de nuevo del Bando de la Huerta.
Desde ese viaje, no volví a ir hasta la semana pasada, en donde pasé 3 días muy intensos ya que fue un viaje muy muy express por lo cortito que fue. El motivo de esta visita era el bautizo de mi sobrina y la boda eclesiástica de sus padres (mi hermana mayor y su marido).

Este viaje ha sido muy fugaz pero a la vez muy divertido, me lo pasé muy bien en la boda/bautizo y pude disfrutar de toda la familia junta, a la que ya tenía ganas de ver. También disfruté de tiempo con una de mis mejores amigas con la que me reí muchísimo.

Otra de las cosas que hice fue ponerme un vestido, sí, un vestido, para los que me conocéis desde hace tiempo, sabéis que llevaba como unos 9 años sin ponerme un vestido o una falda, así que fue todo un logro por mi parte, jejeje. La verdad es que me sentí bastante bien, aunque me di cuenta del tiempo que llevaba sin ponerme uno porque me vinieron a la cabeza todo lo incómodos que pueden llegar a ser.


Tengo que admitir que no duré mucho con el vestido puesto, creo que fue un total de 4 horas porque cuando llegamos al restaurante, lo primero que hice fue cambiarme los zapatos porque los que llevaba me habían hecho un herida muy dolorosa, pero, viendo la pinta que llevaba, decidí cambiarme de ropa y me puse muchísimo más cómoda, con un pantalón de verano muy finito y una camiseta de tirantes, creo que era la que más cómoda iba, ejeje.

Creo que, como muy pronto, hasta navidad no volveré a ir, y eso teniendo suerte, porque con todo lo que comienzo este mes de septiembre no creo que tenga demasiado tiempo. Muchas clases y obligaciones que, sinceramente, estoy deseando empezar.

En fin, creo que esta entrada no es muy larga e interesante que digamos, pero quiero que sepáis que sigo aquí y que intentaré seguir escribiendo para los muchos o pocos que me lean.